La buena gente del blog de Avvo publica un artículo que escribí hace poco sobre la delgada línea que separa el uso aceptable de las redes sociales y la tendencia de algunos abogados a extralimitarse y parecer prepotentes en la red. Aunque una parte impresionante de la comunidad jurídica se ha unido al espacio en línea a través de los blogs y las redes sociales, muchos siguen siendo reacios, temiendo que el nuevo foro pueda dañar la profesión jurídica, al igual que ha ocurrido con el periodismo, la música y el cine. Afortunadamente, los abogados pueden evitar este destino siguiendo unas cuantas directrices clave, de las que hablé en el blog de Avvo. He aquí un extracto:

Que el público critica a los abogados no es nada nuevo. En el cine, la televisión y las conversaciones cotidianas, la gente bromea con la naturaleza supuestamente codiciosa y engañosa de la abogacía. Al utilizar las redes sociales para compartir información interesante o conectar con otras personas interesadas en temas comunes, los abogados pueden empezar a distanciarse de esta idea errónea. Pero, si se hace un mal uso de las redes sociales, como la cámara de eco unilateral diseñada para obtener beneficios que critica Searls, los abogados acabarán afirmando todos los estereotipos del libro.

La clave de una interacción ética en Internet está bastante clara. En primer lugar, comprueba las directrices de tu estado para asegurarte de que no considera ilegal el uso de las redes sociales. En segundo lugar, haga lo posible por separar la publicidad en línea de su empresa de su presencia en las redes sociales. Y por último, si escribe en un blog, tuitea o utiliza Facebook, hágalo para compartir información, no para predicar sobre la grandeza de su bufete.

No cabe duda de que los abogados, y otros profesionales, seguirán fusionando la profesión con las nuevas capacidades online. Mientras sigan las mejores prácticas en las redes sociales y respeten las leyes estatales que regulan la publicidad ilícita, los abogados no tienen por qué preocuparse por la red.

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Andy Gillin se licenció en la Universidad de California en Berkeley y se licenció en Derecho en la Universidad de Chicago. Es el socio gerente de GJEL Accident Attorneys y ha escrito y dado conferencias en el campo de la ley de lesiones personales de los demandantes para numerosas organizaciones. Andy es un abogado de homicidio culposo muy reconocido en California.