El fabricante de automóviles Ford ha sido elogiado con razón en las últimas semanas por apoyar la legislación neoyorquina que prohíbe la conducción distraída. Esta semana, el gigante automovilístico se convirtió en el primero de su sector en respaldar la prohibición de enviar mensajes de texto y hablar al volante, pero, como señala Streetsblog, su apoyo permite una importante laguna que podría obstaculizar la campaña para eliminar los accidentes de tráfico por conducción distraída. Aunque el proyecto de ley prohíbe el uso de dispositivos portátiles al volante, permite el uso de la tecnología automovilística para facilitar las conversaciones con manos libres, que aún pueden distraer y ser potencialmente peligrosas.

"Ford cree que la tecnología manos libres activada por voz reduce significativamente ese riesgo al permitir a los conductores mantener las manos en el volante y los ojos en la carretera", dijo el vicepresidente de Ford, Pete Lawson, en un comunicado de prensa. Pero la organización contra la conducción distraída Focus Driven, dependiente del Departamento de Transporte, ha afirmado que las tecnologías que facilitan hablar mientras se conduce no ayudan al problema. "Los estudios demuestran que los dispositivos de manos libres no aportan ningún beneficio a la seguridad", escribe Focus Driven en su página web. "Es la conversación, no el dispositivo, lo que crea el peligro".

Eso es lo que el editor de tecnología personal del New York Times, Sam Grobert, redondeó cuando probó algunas opciones populares de tecnología antidistracción al volante para el sitio web del periódico. Grobart descubrió que la pantalla táctil del sistema My Ford Touch del Ford Focus requería más atención del conductor que un teléfono móvil normal, la solución de Acura se basaba en demasiados botones confusos de alta tecnología y el panel táctil del Audi A8 exigía una curva de aprendizaje demasiado pronunciada. "No me sentiría cómodo utilizando ninguno de estos sistemas a velocidades de autopista", concluyó.

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera informa de que la conducción distraída mata a casi 6.000 personas y hiere a 500.000 cada año. Según un estudio reciente de la NHTSA, los programas de control de la conducción distraída han conseguido reducir el número de conductores distraídos, pero no hay pruebas de que hayan disminuido los accidentes. Esto podría deberse a que los conductores siguen utilizando la tecnología de manos libres para hablar mientras conducen. Esto se suma a la evidencia de que las peligrosas tecnologías de conducción distraída que facilitan hablar mientras se conduce no ayudan al problema. En su lugar, los defensores de la seguridad y las empresas automovilísticas deberían abogar por dejar de utilizar el teléfono mientras se conduce para reducir los accidentes de tráfico y mejorar la seguridad de los conductores.

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Andy Gillin se licenció en la Universidad de California en Berkeley y se licenció en Derecho en la Universidad de Chicago. Es el socio gerente de GJEL Accident Attorneys y ha escrito y dado conferencias en el campo de la ley de lesiones personales de los demandantes para numerosas organizaciones. Desde 1972 ha estado ayudando a las víctimas gravemente heridas en todo el norte de California luchar y ganar sus casos de lesiones personales. Andy es uno de los abogados más premiados y reconocidos por homicidio culposo en el norte de California.