Pasamos mucho tiempo en el blog de GJEL debatiendo sobre la conducción distraída y las implicaciones de esta peligrosa práctica a gran escala. Dado que la conducción distraída contribuye a la muerte de más de 6.000 personas y a 500.000 heridos cada año, el debate sobre las leyes estatales para frenar el uso del teléfono móvil al volante es importante. Pero ese debate puede tener el efecto no deseado de desdibujar las historias de quienes han sido testigos directos de los efectos más terribles de la conducción distraída. Por eso, con motivo del fin de semana de Acción de Gracias, quería destacar algunas de esas historias y recordar a algunas personas que este año no pueden celebrar las fiestas porque la gente sigue conduciendo distraída.

En abril, la presentadora de televisión Oprah Winfrey presentó una serie de episodios de su campaña contra la conducción distraída "No Phone Zone". En estos episodios, Oprah habló de la conducción distraída, invitó a famosos (incluido el reparto de Glee) a condenar esta peligrosa práctica y se dirigió a las familias de los fallecidos. Aquí puede verse un vídeo especialmente conmovedor del segmento.

En honor a estas personas, el Secretario de Transportes, Ray LaHood, ha lanzado una nueva campaña para poner de relieve las historias de los muertos por conducción distraída. Entre otros, el blog de LaHood entrevistó a la familia de Margay Schee, de 13 años, que murió atropellada por un conductor de autobús escolar distraído con su teléfono móvil. Vea el vídeo a continuación:

Lo verdaderamente trágico de la historia de Margay es que dista mucho de ser un hecho aislado. Además, las muertes por conducción distraída pueden detenerse fácilmente si los conductores aceptaran dejar sus teléfonos y evitar otras distracciones.

Durante el fin de semana de Acción de Gracias, recuerde estas historias. Y, como siempre, recuerda ser consciente de la seguridad en las carreteras durante las vacaciones, tanto si se trata de condiciones peligrosas como de distracciones innecesarias.

Foto del autor

Andy Gillin se licenció en la Universidad de California en Berkeley y se licenció en Derecho en la Universidad de Chicago. Es el socio gerente de GJEL Accident Attorneys y ha escrito y dado conferencias en el campo de la ley de lesiones personales de los demandantes para numerosas organizaciones. Andy es un abogado de homicidio culposo muy reconocido en California.